La pandemia aumenta el uso de la biometría e impulsa el desarrollo de tecnología local

La pandemia aumenta el uso de la biometría e impulsa el desarrollo de tecnología local

Universidades y empresas se están sumando al desarrollo de proyectos que conducen a soluciones tecnológicas para identificar a personas mediante alguna característica fisiológica o de su comportamiento. Ante las condiciones sanitarias, llevan la delantera aquellas que no implican contacto.

Autos que identifican a su dueño por su cara o leyendo su iris y con asientos que se transforman para adaptarse a su cuerpo y a sus necesidades. O celulares que se desbloquean reconociendo el rostro de su usuario. Los llamados sistemas biométricos se han ido integrando por estas vías a la vida cotidiana y la tendencia parece no tener freno. De hecho, durante la pandemia del coronavirus, estas tecnologías han incrementado su uso en áreas tan variadas como las transacciones bancarias, trámites notariales, evaluaciones educacionales, controles de aforo, acceso a edificios sin contacto y la identificación de personas con fiebre o que no usan mascarilla en espacios públicos.

La incorporación de la inteligencia artificial que aprovecha los datos proporcionados por los sistemas de captura biométrica está abriendo un enorme campo de aplicaciones. Se observan sistemas que son capaces de capturar y procesar muchísima información útil para tomar decisiones dinámicas, como, por ejemplo, detectar dentro de un grupo a una persona con fiebre o con características de comportamiento al que se le puede atribuir alguna acción por patrones de conducta, por ejemplo, entrar a un área sin mascarillas u otra restricción.

FAKE-ID Y DETECCIÓN DE VIDA: RECONOCIMIENTO FACIAL MULTIPLATAFORMA

El Centro de I+D de TOC Biometrics, con el apoyo de Corfo, desarrolló un sistema biométrico de reconocimiento facial multiplataforma, con un soporte de liveness detection (detección de vida) que utiliza un motor de comparación de imágenes (mediante una fotografía y la foto del documento de identidad) basado en algoritmos de inteligencia artificial que contribuirá a reducir el riesgo de suplantación.

«Esta tecnología presenta dos sistemas de detección de fraudes: Fake-ID para el documento de identidad, revelando si la cédula está adulterada, si es una simple impresión o una imagen en una pantalla, y liveness detection para proteger la fotografía y determinar si el usuario que intenta verificar su identidad está vivo y no es una foto, impresión o video. Este tipo de tecnologías creadas en Chile ayudan a reducir fraudes en aplicaciones bancarias, comercio, educación, entre otras industrias», explica Juan Tapia, director del Centro de I+D de TOC Biometrics.

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